LA HABANA, Cuba -. Los presos políticos cubanos José Antonio Pompa López y Lázaro Mendoza García, recluidos en la prisión de máxima seguridad Combinado del Este, están presentado “graves problemas de salud” y las autoridades no le brindan asistencia médica.
“A mi esposo José Antonio Pompa le están dando fuertes dolores en los riñones, dolores que no soporta y le niegan la asistencia médica y en el caso de Lázaro Mendoza está echando sangre por la nariz y por el ano, pero además está sufriendo desmayos espontáneos” denunció Suarmi Hernández Vilar, esposa de José Pompa López.
El pasado 2 de agosto, los dos opositores al régimen de la isla fueron trasladados hacia la prisión Combinado del Este luego de una larga estancia en Villa Marista, sede principal de la Seguridad del Estado cubano donde fueron acusados por el delito de “propaganda contra el orden constitucional.
En abril, efectivos de la Seguridad del Estado cubana arrestaron a Pompa López luego dejar a su hijo en la escuela. Tras el arresto, fue trasladado hacia Villa Marista y minutos más tarde realizaron un registro en su hogar donde ocuparon una computadora, dos teléfonos, la tablet de su hijo, dos memorias flash, entre otros artículos.
Por su parte, Mendoza García fue arrestado a mediados de junio, luego de asistir a una segunda citación en Villa Marista. Al día siguiente, la Seguridad del Estado también realizó un registro en su hogar donde ocuparon algunas prendas de vestir y pintura.
Las autoridades del régimen intentan vincular a los dos opositores con la organización Cuba Primero y acusarlos de haber difundido propaganda, según el testimonio de sus familiares.
“Temo por sus vidas porque los están matando lentamente. Están enfermos y les niegan la atención médica, les están ajustando cuenta por su activismo contra la dictadura”, sentenció Hernández Vilar.
