MADRID, España.- Un avión de la aerolínea Air India con 242 personas a bordo se estrelló este jueves 12 de junio poco después de despegar del aeropuerto internacional Sardar Vallabhbhai Patel, en Ahmedabad, al oeste de la India.
La aeronave, un Boeing 787-8 Dreamliner que cubría el vuelo AI171 con destino al aeropuerto de Gatwick, en Londres, perdió contacto con la torre de control apenas minutos tras el despegue. La tripulación alcanzó a emitir una señal de emergencia (“mayday”), pero no logró evitar el siniestro.
En el avión viajaban 230 pasajeros y 12 tripulantes. Entre ellos se encontraban 169 ciudadanos indios, 53 británicos, siete portugueses y un canadiense.
Hasta el momento las autoridades indias han confirmado 133 fallecidos, aunque continúan las labores de rescate. Equipos de bomberos, ambulancias y cuerpos de emergencia trabajan en el lugar, mientras el aeropuerto mantiene sus operaciones parcialmente suspendidas.
El impacto se produjo en una zona residencial cercana al aeropuerto y provocó incendios, daños estructurales y una densa columna de humo visible desde distintos puntos de la ciudad.
La investigación del accidente está en curso y es dirigida por la Dirección General de Aviación Civil de la India (DGCA) y el Buró de Investigación de Accidentes Aéreos (AAIB). Ya han sido recuperadas las cajas negras del avión, cuya información será clave para esclarecer las causas del siniestro. Según reportes preliminares, el tren de aterrizaje aún estaba desplegado y los flaps activados en el momento del impacto, lo que indica que la aeronave no alcanzó a ganar altitud.
El piloto al mando, Sumeet Sabharwal, contaba con más de 8.200 horas de vuelo. Le acompañaba el primer oficial Clive Kundar, con alrededor de 1 100 horas de experiencia. .
La noticia ha generado conmoción en la India y en el Reino Unido. El primer ministro indio, Narendra Modi, expresó su dolor por la tragedia y aseguró que el gobierno está coordinando la respuesta de emergencia.
Su homólogo británico, Keir Starmer, calificó el accidente como “devastador” y ofreció el apoyo de su país.
Este accidente constituye el primer siniestro grave con víctimas mortales en un Boeing 787 desde que ese modelo entró en servicio en 2011. Tras conocerse la noticia.
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