GUANTÁNAMO, Cuba. – El pasado 2 de enero, jóvenes guantanameros aún sin identificar arremetieron a pedradas contra la vivienda de Miguel Ángel López Herrera, ex preso político y coordinador del Frente Antitotalitario Unido (FANTU) en esa provincia del oriente cubano.
El activista declaró a CubaNet que el hecho vandálico ocurrió en horas de la tarde de ese día. Poco después de los ataques, López Herrera requirió a los delincuentes por lo sucedido y estos respondieron con amenazas
La fuente aseguró que llamó a la policía para intentar resolver la situación. Le dijeron que enviarían un auto patrulla para que realizara la denuncia. Sin embargo, la policía nunca llegó.
Media hora después de la primera llamada, Miguel Ángel López Herrera volvió a llamar a la policía. Desde la unidad le dijeron que habían enviado la guardia operativa a su vivienda, pero que él no se encontraba en su vivienda.
El activista asegura que las afirmaciones de la policía son inciertas, ya que él alega haberse mantenido todo el tiempo en su casa esperando la asistencia de las autoridades.
Al rato, la policía comunicó vía telefónica a López Herrera que no podían enviar la técnica en ese preciso momento por no contar con suficientes autos, pero que luego irían al lugar para hablar con el consejo de la zona y aclarar lo ocurrido.
Tres horas después del primer ataque los mismos adolescentes volvieron a apedrear la vivienda del opositor, cita en la Calle Moncada 1752, entre 11 y 12 sur. Dos vecinos del barrio identificados como Andrés y Omara les llamaron la atención a los jóvenes, pero estos hicieron caso omiso.
Al día siguiente, López Herrera se entrevistó con Virgen, coordinadora de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR) en la zona, y le puso en conocimiento sobre lo sucedido. La funcionaria se comprometió a realizar las gestiones pertinentes con el Ministerio del Interior (MININT) para dar solución al hecho, algo que, al cierre de esta nota, aún no había sucedido.
Desde que salió de libertad en 2017 tras cumplir prisión por una sanción de un año de privación de libertad por el delito de Impago de multas, Miguel Ángel López Herrera ha sido víctima de disímiles actos provocativos por parte de paramilitares al servicio del régimen cubano que han ido desde ofensas verbales hasta pedradas contra su vivienda.
López Herrera ingresó a prisión en 2016 luego de realizar varias protestas en una calle de la provincia de Guantánamo exigiendo a las autoridades que le consiguieran un trabajo para poder mantener a su familia.
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