
Luque, talento y malas pulgas
Suyo es el privilegio de convertirse en la primera estrella latina de las Ligas Mayores. Pasará mucho tiempo para que alguien rompa su récord de imponerse en un juego de Serie Mundial con 43 años.
Suyo es el privilegio de convertirse en la primera estrella latina de las Ligas Mayores. Pasará mucho tiempo para que alguien rompa su récord de imponerse en un juego de Serie Mundial con 43 años.
Le faltaron dos simples centímetros para quebrar el récord universal en las Olimpiadas de Atenas 2004. Entonces no hubo lamento alguno: a fin de cuentas, el récord ya le pertenecía a ella misma.
Orestes Miñoso lució tanto en los terrenos de pelota que hasta le dedicaron canciones. La gente lo amó en Cuba y fuera de ella, y no hubo fanático que no reconociera su excelencia.
Aterricemos en la remota Australia, específicamente en el Sydney del año 2000. Es 28 de septiembre, son los Juegos Olímpicos y el cubano Iván Pedroso va a saltar.
Driulis González fue letal. Cuatro veces escaló el podio estival y en siete oportunidades ganó premios en certámenes del orbe
El vértigo de sus entradas y salidas se alió a su inteligencia para hacerlo feliz en 238 de 250 subidas al tinglado.
Cada paso de Yasiel Puig abre la caja de los truenos. Es un cinco herramientas con la cabeza mala. Un Ferrari con frenos de Moskovich
Pasó un cuarto de siglo y todavía hay quienes defienden a capa y espada la tesis de que debió ser designada la mejor voleibolista del siglo precedente
A Romelio lo valoró mejor la gente que los técnicos. El pueblo se postró a los pies del hombre con más fuerza de la pelota de su tiempo
Yo me quedo con este inolvidable derecho que se viró a la zurda y asestó los nocauts más dramáticos de una época donde aún le salían flores al boxeo
Suyo es el privilegio de convertirse en la primera estrella latina de las Ligas Mayores. Pasará mucho tiempo para que alguien rompa su récord de imponerse en un juego de Serie Mundial con 43 años.
Le faltaron dos simples centímetros para quebrar el récord universal en las Olimpiadas de Atenas 2004. Entonces no hubo lamento alguno: a fin de cuentas, el récord ya le pertenecía a ella misma.
Orestes Miñoso lució tanto en los terrenos de pelota que hasta le dedicaron canciones. La gente lo amó en Cuba y fuera de ella, y no hubo fanático que no reconociera su excelencia.
Aterricemos en la remota Australia, específicamente en el Sydney del año 2000. Es 28 de septiembre, son los Juegos Olímpicos y el cubano Iván Pedroso va a saltar.
Driulis González fue letal. Cuatro veces escaló el podio estival y en siete oportunidades ganó premios en certámenes del orbe
El vértigo de sus entradas y salidas se alió a su inteligencia para hacerlo feliz en 238 de 250 subidas al tinglado.
Cada paso de Yasiel Puig abre la caja de los truenos. Es un cinco herramientas con la cabeza mala. Un Ferrari con frenos de Moskovich
Pasó un cuarto de siglo y todavía hay quienes defienden a capa y espada la tesis de que debió ser designada la mejor voleibolista del siglo precedente
A Romelio lo valoró mejor la gente que los técnicos. El pueblo se postró a los pies del hombre con más fuerza de la pelota de su tiempo
Yo me quedo con este inolvidable derecho que se viró a la zurda y asestó los nocauts más dramáticos de una época donde aún le salían flores al boxeo