La situación del preso político Félix Navarro Rodríguez, de 71 años, continúa siendo alarmante. Aunque el Estado cubano afirma que se encuentra recluido en la prisión de Agüica, en la provincia de Matanzas, bajo condiciones supuestamente normales, la realidad vivida por su esposa, Sonia Álvarez, y las evidencias recogidas por Cubalex indican lo contrario: Félix permanece en un estado de aislamiento que impide verificar su integridad física, lo que configura una desaparición forzada en curso según los estándares internacionales.
Desde hace semanas, Sonia ha intentado sin éxito tener contacto directo con su esposo. Ha visitado reiteradamente el penal, donde le han negado la posibilidad de verlo, escuchar su voz o pasarle alimentos.
Las autoridades alegan que Félix no tiene “derecho a visita” ni “le corresponde llamada”, negaciones que carecen de toda justificación legal y que impiden a su familia conocer su verdadero estado de salud. En una reciente visita, una doctora del penal le informó superficialmente que “Félix tenía un catarro” o “faringitis”, pero reconoció que aún no se le ha hecho ni la placa ni el ultrasonido previamente prometidos.
La situación es aún más grave si se considera que Félix padece de diabetes descompensada y ha estado sin recibir el saco de alimentos que su familia le provee desde hace más de un mes. Sonia ha denunciado que, incluso si la visita programada para el 19 de junio se mantiene, Félix pasará al menos 45 días sin alimentación externa, algo crítico para una persona con su cuadro clínico. La negativa del penal a aceptar alimentos, medicinas o permitir una llamada constituye un acto de represalia y un patrón de incomunicación deliberada.
En palabras de su esposa: “Mientras no vea a Félix ni hable con él por teléfono, seguiré denunciando. No puedo confiar en lo que me dicen si no me permiten verificarlo. Él mismo me dijo: ‘creo que estoy en las últimas’”. Este testimonio directo, junto con la negativa persistente de las autoridades a permitir cualquier forma de comunicación, refuerza el temor de que Félix Navarro podría estar siendo víctima de una desaparición forzada encubierta.
La situación actual no solo viola sus derechos fundamentales, sino que representa un incumplimiento flagrante de las medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que instan al Estado cubano a proteger su vida e integridad. Además, la falta de transparencia, la negativa a entregar informes médicos verificables, y el hostigamiento contra Sonia por intentar visibilizar el caso, agravan aún más esta situación.
Desde Cubalex insistimos en que el caso de Félix Navarro Rodríguez no debe ser cerrado ni minimizado. Su estado de salud crítico, el aislamiento prolongado, la falta de acceso a información médica verificable y la ausencia de garantías procesales configuran una desaparición forzada en curso, conforme a los estándares internacionales.
El 29 de mayo de 2025, Cubalex presentó una respuesta formal ante el Comité contra la Desaparición Forzada (CED) en el marco del procedimiento de Acciones Urgentes AU Nos. 2033 a 2038/2025, activadas tras la detención arbitraria y desaparición de seis defensores de derechos humanos en Cuba, incluido el caso de Navarro. Aunque el Estado cubano solicitó el cierre de la acción urgente AU 2033/2025, alegando su localización física en la prisión de Agüica, esta afirmación carece de sustento legal y médico: no se aportó documentación sobre la supuesta revocación de su libertad condicional, no se ha garantizado el derecho a visitas ni a llamadas telefónicas, y no existe un parte médico independiente que acredite su estado de salud.
Cubalex ha refutado esta posición con argumentos jurídicos sólidos y evidencias documentadas, afirmando que la localización de una persona no descarta por sí sola una desaparición forzada cuando subsisten condiciones de incomunicación, indefensión y represalias contra familiares. La comunidad internacional debe continuar su vigilancia. La vida de Félix Navarro depende de ello.