El preso político y activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), encarcelado desde enero de 2019, enfrenta condiciones inhumanas, negación de atención médica y represalias por denunciar abusos desde la prisión de Boniato, en Santiago de Cuba.
Desde Cubalex alertamos sobre las sistemáticas violaciones de derechos humanos que sufre el preso político Eider Frómeta Allen, recluido en la prisión de Boniato, en Santiago de Cuba.
Según información recibida por nuestro equipo, las autoridades penitenciarias le negaron por tercera vez consecutiva el acceso al régimen de mínima severidad, a pesar de cumplir con los requisitos establecidos para ese beneficio. Esta medida arbitraria ha sido impuesta por un periodo adicional de un año, impidiéndole también su traslado previsto a un campamento el día de hoy.
Además, se le ha negado el beneficio de la libertad condicional, en lo que constituye parte de un patrón represivo documentado por Cubalex: la utilización de beneficios penitenciarios como herramienta de castigo político contra personas privadas de libertad por motivos de conciencia.
Frómeta Allen ha sido amenazado por la policía política dentro de la prisión, quienes lo responsabilizan de haber difundido en redes sociales denuncias sobre las condiciones de reclusión. Le han advertido que podría ser atacado por paramilitares o presos comunes, exponiéndolo intencionalmente a situaciones de alto riesgo. Estas amenazas incrementan su vulnerabilidad a posibles agresiones físicas y aislamiento forzado.
La situación en Boniato es alarmante. La alimentación ha sido reducida aproximadamente en un 50%, limitándose a raciones mínimas de arroz y harina sin proteínas. Esto ha provocado problemas generalizados de desnutrición, afectando gravemente la salud de los reclusos.
Frómeta Allen no ha recibido atención médica, a pesar de sufrir dolores intensos en una muela y padecer enfermedades crónicas como asma, hipertensión arterial y una úlcera gástrica. Ha experimentado síntomas graves, incluyendo pérdida de peso considerable, y su estado de salud es tan precario que en ocasiones ha requerido la ayuda de otros reclusos para realizar actividades básicas.
La falta de acceso a servicios médicos básicos constituye una forma de trato cruel, inhumano y degradante, prohibido por los tratados internacionales de derechos humanos.
Represalias por denunciar violaciones
Recientemente, las autoridades penitenciarias le negaron el traslado a una prisión en Guantánamo, su provincia de origen y donde vive su familia.
De acuerdo con información recibida por Cubalex, el teniente coronel Juan Manuel Fernández Peña, conocido como “Habanita” y segundo jefe del órgano de cárceles y prisiones, declaró que “no lo quería en la provincia”. Esta decisión constituye una clara represalia por su activismo pacífico y por las denuncias que ha realizado Eider sobre las condiciones de vida en prisión.
La abuela de Eider se encuentra en estado crítico tras sufrir una isquemia cerebral, lo que supone una profunda carga emocional para su familia, no solo por la gravedad de su condición, sino también por las precarias condiciones del sistema de salud en la provincia.
Actualmente permanece en la sala de observación del Hospital Provincial “Dr. Agostinho Neto”, sin poder ser trasladada a la unidad especializada, ya que los elevadores están fuera de servicio.
En su estado delicado, no puede subir escaleras, y los camilleros asignados en el hospital —que en su mayoría son reclusos trasladados desde la prisión— carecen de la formación, el equipamiento y las condiciones necesarias para realizar este tipo de procedimientos con seguridad.
Ante el colapso del personal civil, los reclusos han sido obligados a cubrir funciones básicas en el hospital, como la limpieza y el traslado de pacientes, en un contexto marcado por bajos salarios, pagos atrasados y serias dificultades para acceder al efectivo.
Negar el traslado de Eider Frómeta en este contexto no solo aumenta el sufrimiento de su familia, sino que también refuerza el patrón de represalias. A ello se suma que se le ha negado el acceso a un régimen de mínima severidad y también a la libertad condicional.
Este caso no es un hecho aislado. Cubalex ha documentado de manera sistemática el uso arbitrario de la negación de beneficios penitenciarios como mecanismo de castigo contra presos políticos en Cuba. Del mismo modo, la falta de atención médica adecuada, incluso en situaciones de urgencia, es una práctica común que contribuye al deterioro físico y psicológico de las personas privadas de libertad.
Estas acciones no solo violan derechos fundamentales, sino que agravan aún más las condiciones inhumanas y degradantes en las que viven los reclusos, en un contexto de abandono institucional, represalias políticas y ausencia de mecanismos efectivos de protección.
Desde Cubalex reiteramos nuestro compromiso de visibilizar estos patrones de represión, exigir justicia para las víctimas y denunciar toda forma de violencia ejercida por el Estado contra quienes alzan su voz.