El preso político del 11 de julio de 2021 (11J), Enrique Mustelier Sosa, ha sido nuevamente víctima de represalias dentro del sistema penitenciario cubano. Las autoridades del Combinado de Guantánamo le han negado por tercera vez el cambio de régimen a mínima severidad, a pesar de haber cumplido con los requisitos establecidos para acceder a este beneficio.
Represalia por enfrentamiento con un alto oficial del MININT
De acuerdo con información recibida por Cubalex, esta negativa responde a una represalia directa por un altercado ocurrido durante las manifestaciones del 11J entre Mustelier y el teniente coronel Rubén Fernández, conocido como “Tomás”, quien ejerce como jefe de la Seguridad del Estado en el sistema penitenciario en la provincia de Guantánamo.
En días recientes, Mustelier fue agredido verbalmente por un guardia del penal mientras intentaba realizar una llamada telefónica. En respuesta a este acto de hostigamiento, se manifestó en contra del régimen cubano, lo que provocó que fuera trasladado a una celda de aislamiento como castigo. Aunque ya fue devuelto a su destacamento, las autoridades le impusieron una sanción adicional: la suspensión del derecho a comunicarse por teléfono durante 15 días.
Un patrón de abuso y represión en prisión
El caso de Enrique Mustelier no es aislado. Evidencia cómo el régimen cubano utiliza el sistema penitenciario como un instrumento de represión y castigo, especialmente contra las personas privadas de libertad por motivos políticos. Además de negarle beneficios penitenciarios, las autoridades han intentado en varias ocasiones fabricarle nuevas causas penales, buscando alargar injustamente su condena.
Mustelier Sosa fue encarcelado por participar en las protestas del 11 de julio de 2021 en Guantánamo. Fue condenado a cuatro años y seis meses de prisión por los delitos de “desacato”, “desórdenes públicos” y “resistencia” . Durante su detención, denunció haber sido víctima de agresiones por parte de las fuerzas represivas .
Actualmente, cumple su condena en el Combinado de Guantánamo, sometido a condiciones penitenciarias adversas, que incluyen maltratos por parte de oficiales y la utilización de reos comunes para hostigar a los presos políticos.
Cubalex ha documentado sistemáticamente cómo la Seguridad del Estado interfiere directamente en decisiones penitenciarias, negando beneficios a presos políticos en represalia por su activismo, por negarse a colaborar con las autoridades o por haber tenido conflictos con altos mandos represivos, como en el caso de Enrique Mustelier Sosa. Esta instrumentalización del sistema carcelario es una forma encubierta de tortura institucional, pues impone sufrimientos adicionales con fines políticos.
Desde Cubalex, denunciamos el uso de la negación de beneficios penitenciarios como mecanismo de castigo político. Esta práctica arbitraria no solo vulnera derechos fundamentales, sino que prolonga deliberadamente el sufrimiento de los presos políticos, en clara violación de las normas mínimas para el tratamiento de reclusos.
Exigimos el cese inmediato de estas prácticas represivas y la liberación de todas las personas encarceladas por ejercer su derecho a la libertad de expresión y manifestación pacífica.