Carlos Alberto Macdonald Ennis lleva más de un año en prisión sin que se le hayan presentado cargos formales ni fecha de juicio. Su salud se ha deteriorado gravemente, sin recibir la atención médica necesaria.
El preso político Carlos Alberto Macdonald Ennis permanece detenido desde el 15 de marzo de 2024 en la prisión provincial de Las Tunas, conocida como “El Típico”, sin acusación formal ni fecha de juicio, lo que constituye una grave violación a las garantías del debido proceso. Su estado de salud es crítico y no está recibiendo atención médica adecuada.

Persecución política y hostigamiento
La persecución en su contra no ha cesado. La semana pasada, un oficial de la Seguridad del Estado se presentó en el centro penitenciario para intimidarlo, asegurando que “no iban a hacer nada” en respuesta al recurso de habeas corpus interpuesto por su familia.
El Tribunal Provincial de Las Tunas rechazó dicho recurso sin pronunciarse sobre las irregularidades denunciadas, entre ellas:
– La prolongación ilegal de la prisión provisional, que ya excede el plazo establecido en la ley.
– La falta de información precisa sobre los hechos que motivan la investigación.

El 21 de abril, se presentó un recurso de súplica ante el Tribunal Supremo tras el rechazo del habeas corpus por el tribunal provincial. Hasta la fecha, no han recibido respuesta, lo que evidencia la falta de garantías judiciales y el incumplimiento del derecho a una revisión efectiva, conforme a los estándares internacionales.
Detención sin garantías
A Macdonald Ennis se le imputa el delito de “Otros actos contra la seguridad del Estado”, una figura jurídica ambigua utilizada con frecuencia para criminalizar el ejercicio de derechos fundamentales. Hasta la fecha, no se le ha informado cuáles fueron las acciones concretas que habrían dado lugar a dicha acusación. La única información comunicada es su pertenencia a un grupo en Facebook, sin que se hayan precisado hechos, responsabilidades ni supuesta conducta delictiva.
La detención ha excedido los términos legales para la fase preparatoria del proceso penal, sin conclusiones de la fiscalía ni juicio, demostrando la arbitrariedad y falta de transparencia que caracteriza al sistema judicial cubano.
Estado de salud crítico y negación de atención médica
Su situación médica es alarmante. Padece de hipertensión, diabetes, pancreatitis, una cardiopatía y un tumor maligno en la cavidad nasal. En septiembre de 2024, sus familiares reportaron episodios de sangrado nasal y bucal, además de una pérdida de peso extrema. Estas condiciones han empeorado durante su reclusión, sin que reciba tratamiento oportuno y adecuado.
La continua negación de atención médica adecuada agrava su estado de salud y podría derivar en un daño irreparable, e incluso poner en riesgo su vida. Esta situación viola su derecho a la salud, garantizado por los artículos 72 y 12 de la Constitución cubana y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, respectivamente. Asimismo, evidencia el incumplimiento del Estado en su obligación de brindar atención adecuada y garantizar asistencia médica especializada y acceso a medicamentos, especialmente para aquellos bajo su custodia. Esto representa una violación de la obligación estatal de utilizar al máximo los recursos disponibles, tal como lo establece el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
El trato que recibe Carlos Alberto Macdonald Ennis constituye una violación extrema de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela), las cuales establecen que las personas privadas de libertad deben recibir la misma atención médica que la población general.
La prisión preventiva indefinida como castigo
El caso de Carlos Alberto Macdonald Ennis es un ejemplo alarmante de cómo el Estado cubano utiliza los mecanismos del sistema judicial no para garantizar justicia, sino para encubrir formas sofisticadas de represión política y negar derechos fundamentales.
Detenido desde marzo de 2024, Macdonald permanece en prisión sin acusación fiscal, sin juicio, y sin información clara sobre los hechos por los cuales se le investiga. La única justificación que se ha comunicado es su pertenencia a un grupo de Facebook, una base totalmente insuficiente y arbitraria para mantener a una persona privada de libertad.
Esta situación refleja una detención sin garantías procesales mínimas, donde el silencio institucional, el rechazo sin argumentos a recursos legales como el habeas corpus y la falta de transparencia son herramientas para castigar su activismo. A esto se suma la negación sistemática de atención médica adecuada, a pesar de su grave estado de salud, lo cual convierte su encierro en un castigo físico y psicológico encubierto, incompatible con cualquier estándar de derechos humanos.
Desde Cubalex, hacemos un llamado urgente a la comunidad internacional para proteger la integridad física y la salud de Carlos Alberto Macdonald Ennis. Instamos al Estado cubano a cumplir con su obligación de garantizar una atención médica adecuada conforme a los estándares internacionales.