Desde Cubalex, alertamos sobre la grave situación de violencia y represión que se vive actualmente en la prisión de Melena del Sur, ubicada en la provincia de Mayabeque, donde se encuentran recluidos varios presos políticos del 11 de julio de 2021 (11J). De acuerdo con las denuncias recibidas, los reclusos están siendo brutalmente castigados por ejercer su derecho a la protesta pacífica.
La activista cubana Anamely Ramos denunció públicamente que la situación se ha agravado tras la reciente llegada del teniente coronel conocido como “Luis”, quien asumió un cargo de poder en el centro penitenciario. Su presencia ha marcado el inicio de una nueva ola de represión dentro del penal.
El preso político Juan Enrique Pérez Sánchez protagonizó una protesta pacífica el pasado 4 de abril, en rechazo a los abusos sistemáticos dentro de las cárceles cubanas. Vestido de blanco, salió al patio del penal portando un cartel y, como acto de resistencia, se cosió la boca frente a todos los presentes.
La respuesta del personal penitenciario fue una golpiza brutal, ejecutada con total ensañamiento. Actualmente, Juan Enrique se encuentra aislado en una celda de castigo y se desconoce su estado de salud, lo que genera gran preocupación por su integridad física y psicológica.
En un gesto de solidaridad, los también presos políticos Maykel Puig Bergolla y Aníbal Yasiel Jacinto Palau se sumaron a la protesta. Como consecuencia, fueron igualmente víctimas de severas agresiones físicas por parte de los guardias de la prisión.
Funcionarios responsables
Según la denuncia recibida, el principal responsable de esta violencia es Lázaro Yunior Santana Figueroa, jefe del sistema penitenciario de Mayabeque, señalado por orquestar estas represiones desde las sombras, evitando exponerse directamente.
Otros funcionarios identificados como responsables de estas acciones represivas son:
-Rudi Méndez Acosta, teniente coronel y primer jefe de la prisión.
-Stany Lolo Villa y el mencionado Luis (apellidos aún no confirmados), segundos jefes del penal.
– Eduardo Ramos Enamorado, jefe de tratamiento educativo.
-Yordanis Rodríguez Valenciano, oficial de guardia operativa.
-Rody, jefe de orden interior (aún sin apellidos identificados).
Este caso no es aislado. En las prisiones cubanas, los reclusos políticos y comunes que se atreven a levantar su voz mediante formas de protesta pacífica —como huelgas de hambre, gritar consignas o escribir mensajes en carteles— son sistemáticamente reprimidos con golpes, celdas de castigo, aislamiento prolongado, negación de atención médica y beneficios penitenciarios.
La represión dentro del sistema penitenciario en Cuba es parte de un patrón de castigo ejemplarizante, destinado a sofocar cualquier intento de disidencia incluso tras las rejas. Esta práctica constituye una grave violación de los derechos humanos, específicamente del derecho a la protesta pacífica, la integridad física, la libertad de expresión y la dignidad humana.
Desde Cubalex, hacemos un llamado urgente a la comunidad internacional, a las organizaciones de derechos humanos y a los medios independientes a que visibilicen estos hechos y exijan justicia. La represión dentro de las cárceles cubanas no puede seguir siendo ignorada ni permanecer impune. La vida y dignidad de las personas presas por motivos políticos está en riesgo.