El preso político Onaikel Infante Abreu fue víctima de una brutal golpiza el jueves 30 de enero en la prisión Combinado del Este, en La Habana.

Su esposa, Sujay Acosta Toscano, informó a Cubalex que cuatro guardias lo atacaron con tonfas sin motivo alguno, alegando únicamente que Onaikel “les caía mal”. Como resultado de la golpiza, Infante Abreu presenta el cuerpo cubierto de verdugones con sangre, sufre dolores intensos y permanece quejándose sin recibir atención médica.

Violencia reiterada en prisión

Onaikel Infante Abreu ha sido víctima de agresiones reiteradas en prisión. Durante su encarcelamiento, ha estado expuesto a un hostigamiento constante por parte de las autoridades penitenciarias, quienes han recurrido a torturas y tratos crueles como parte de su política represiva.

Un patrón sistemático de represión

Esta brutal golpiza no solo pone en riesgo su integridad física, sino que representa un castigo arbitrario y una represalia directa. La violencia contra los presos políticos en Cuba es parte de un patrón sistemático de represión, diseñado para intimidar, someter y silenciar cualquier forma de oposición pacífica.

Violaciones de derechos humanos en este caso

El caso de Onaikel Infante Abreu representa una grave violación de los derechos humanos, incluyendo el uso de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes, en contravención de normativas internacionales como la Convención contra la Tortura de la ONU. La falta de atención médica adecuada agrava aún más esta vulneración de derechos, que representa un acto de castigo arbitrario y represalia contra su condición de preso político.

Onaikel Infante Abreu lleva más de un año detenido tras haber sido arrestado violentamente el 27 de octubre de 2023, luego de realizar una protesta pacífica desde la azotea de su vivienda.

El 22 de noviembre de 2024, se llevó a cabo el juicio en la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado, en el municipio Diez de Octubre, La Habana. Fue notificado de la audiencia la noche anterior, con menos de 24 horas de antelación, una clara violación a su derecho a la defensa.

El fiscal solicitó una condena de entre 15 y 20 años de privación de libertad, acusándolo de “propaganda contra el orden constitucional”, “desacato” y “atentado”, según consta en la petición fiscal recibida el 10 de septiembre de 2024. 

Represalias y condiciones inhumanas en prisión

Los presos políticos en Cuba enfrentan un ambiente de constante hostigamiento, violencia y privaciones, con condiciones inhumanas que buscan quebrantar su voluntad y castigar su activismo. Son sometidos a golpizas, aislamiento prolongado, negación de atención médica y tortura psicológica, mientras el Estado cubano perpetúa la impunidad de estos abusos. Estas represalias no solo buscan castigar a quienes desafían el régimen, sino también enviar un mensaje de terror a la sociedad para disuadir cualquier forma de disidencia.

Es fundamental seguir denunciando y exigiendo justicia para las víctimas de la represión en Cuba. La comunidad internacional debe mantenerse vigilante y presionar para que cesen estas violaciones sistemáticas a los derechos humanos.