El «stand up comedy» de mujeres que quiere revolucionar el humor cubano

Desde hace varios meses el «Bazar Artesano» es una especie de templo para el humor en la capital de Cuba.
El humorista y músico Víctor «Visti» Cárdenas se las arregla para que el patio trasero cierre por capacidad en cada presentación. La peña humorística «Visti lo que te dije» invita una vez al mes a que personas de cualquier edad, credo o posición política se despalillen de la risa con el «stand up comedy» de sus artistas invitados.
Jorge Bacallao es uno de los comediantes que colabora codo a codo con Visti. Otros amigos, como Alian Aramís, memero conocido en las redes sociales, y Javier Darío, alternan sus presentaciones en el Bazar.
La peña de este 5 de marzo fue diferente. La oportunidad sirvió para anunciarle al Ministerio de Cultura y al Centro Promotor del Humor que hay mujeres que pueden y saben hacer «stand up comedy».
El show estuvo dedicado íntegramente al 8 de marzo, «Día Internacional de la Mujer».
Visti tuvo la idea de hacer un casting de mujeres que se atrevieran a hacer humor en vivo para el público. En Cuba, como en cualquier lado, este oficio lo desempeñan casi siempre hombres.
Claudia Julia, «La Pinky del Flow Violento», Dallana Fages y Minerva Romero, fueron la sensación de la noche.
Visti hizo una vez más de anfitrión, y entre parodia y monólogo pasó revista a las nuevas comediantes.
Claudia Julia tiene 30 años y ha sido desde dependienta de dulcería hasta maestra de informática en un Joven Club. Claudia se había presentado días antes en el teatro Bertolt Brecht, pero su prueba de fuego la tuvo ahora con un monólogo sobre la pornografía.
Dallana Fages se disfrazó de «Teté de Ceiba Mocha», una guajira que sueña con ser famosa y protagonizar una película junto a Spielberg y Robert de Niro. Ataviada con medias rojas hasta las rodillas, moños y una boca partida al medio por un diente muerto, «Teté» se declaró estrella en ascenso.
En su caso, es la primera vez que subía a un escenario para hacer humor. Dallana, de 35 años, es bajista del ballet de Lizt Alfonso y fue durante la pandemia que se interesó por hacer reír.
Minerva Romero es la más experimentada de las tres. Graduada de actuación en el ISA, hace casi 20 años encarna el personaje de «Luana da Silva», actriz porno brasileña varada ahora en La Habana postpandémica. Estafada por un novio cubano, la carioca pidió al público, con una parodia del bolero «20 años», que la ayudaran a buscar trabajo en lo que apareciera.
La ovación constante por su presentación, hablando un portugués centrohabanero, ocasionó que el público se parara a aplaudirla varias veces.
«La comedia la vivo, asumo mi vida de esa manera. Llevo muchos años haciendo esto, pero no conocía que justo era el “stand up comedy”», comentó a Tremenda Nota.
Visti y Bacallao leyeron dos pequeños textos que Dachelys Valdés Moreno y «La Yuli de Cuba», otras jóvenes que asumen el humor con perspectiva de género, enviaron para la peña.

«Lo mejor de todo fue el público porque respetó, se divirtió y fue capaz de entender la diferencia de estilos de cada persona. Las expectativas superaron cualquier idea que teníamos sobre lo que pasó esa noche», dice Bacallao, desde su experiencia de humorista tanto en peñas como en televisión.
Entre el público se encontraba otro reconocido actor y comediante, Ulises Toirac. Para «Chivichana», como es mejor conocido por el cubano, fue todo un suceso: «El “stand up comedy” hecho por mujeres nunca lo había visto de esta manera. No por tantas a la vez, no en el mismo lugar. Se mostraron tres formas distintas de enfocar el humor por parte de la mujer que dependió, por supuesto, de la experiencia de cada una y de los objetivos que se trazaron con sus textos.»
»La mujer cubana tiene muchos hándicaps para enfrentar el Stand Up Comedy. Las tres muchachas me dieron un alegrón muy grande porque me confirmaron que sí se puede. El que las hayamos visto con buenos textos, buena proyección escénica, con recursos para decir, me llenó de muchísima alegría. Eso representa muchas cosas para el desarrollo del humor en Cuba. La mujer le puede dar un giro a los esfuerzos que hace el humor, que es mayoritariamente masculino. Y por tanto, tiene una óptica parcializada de la sociedad», dijo Toirac a Tremenda Nota.
Por último, Alian Aramís se travistió de «La Tiza». La cuarentona de cejas «fridakalhianas», una chef profesional a la que la situación actual del país la ha llevado a diversificar sus talentos. Su especialidad son los temas de la actualidad cubana, a los que intenta buscarles siempre la quinta pata.
Bacallao cerró el espectáculo como él solo sabe hacerlo. Su monólogo sobre el piropo callejero y cómo se enfrenta la mujer cubana ante la chabacanería o el acoso, acercó mucho más al público con el tema de la noche: el empoderamiento femenino en una Cuba cada vez más heterogénea y a las puertas de un nuevo Código de las Familias.