Una de las instalaciones del aeropuerto Gustavo Rizo, de Baracoa, sufrió los embates de la lluvia y quedó con problemas significativos.
En Baracoa se produjeron inundaciones; en Ciego de Ávila, una tormenta local severa estuvo acompañada de caída de “granizos del tamaño de un chícharo”.
Las mayores damnificaciones se concentraron en el municipio de Cotorro, con 151 techos derruidos.
De acuerdo con las autoridades, 148 personas fueron trasladadas a centros estatales y 762 ciudadanos autoevacuados en casas de familiares y amigos.
En La Habana, varias líneas de transmisión eléctrica sufrieron averías.
“A las 1100 p.m. AST (0300 UTC), el centro de la tormenta tropical Earl estaba ubicado cerca de la latitud 18.4 Norte, longitud 60.3 Oeste”
Las inundaciones obligaron a no pocos manzanilleros a sacar sus pertenencias a la calle para recoger el agua acumulada en sus hogares
“En mi casa lo único que tengo es un pedazo de calabaza y la mortadella que vino a la casilla. Si empieza a llover, no sé cómo van a organizar esta cola tan grande porque la gente no se va a ir sin comprar qué comer”
Cada día se vuelve más evidente, menos disimulada, esa dura realidad que aún algunos se resisten a reconocer o que prefieren ignorar para “no buscarse problemas”
No fue la peor, pero pasó en el peor momento: el Período Especial, llamado así por Castro
Una de las instalaciones del aeropuerto Gustavo Rizo, de Baracoa, sufrió los embates de la lluvia y quedó con problemas significativos.
En Baracoa se produjeron inundaciones; en Ciego de Ávila, una tormenta local severa estuvo acompañada de caída de “granizos del tamaño de un chícharo”.
Las mayores damnificaciones se concentraron en el municipio de Cotorro, con 151 techos derruidos.
De acuerdo con las autoridades, 148 personas fueron trasladadas a centros estatales y 762 ciudadanos autoevacuados en casas de familiares y amigos.
En La Habana, varias líneas de transmisión eléctrica sufrieron averías.
“A las 1100 p.m. AST (0300 UTC), el centro de la tormenta tropical Earl estaba ubicado cerca de la latitud 18.4 Norte, longitud 60.3 Oeste”
Las inundaciones obligaron a no pocos manzanilleros a sacar sus pertenencias a la calle para recoger el agua acumulada en sus hogares
“En mi casa lo único que tengo es un pedazo de calabaza y la mortadella que vino a la casilla. Si empieza a llover, no sé cómo van a organizar esta cola tan grande porque la gente no se va a ir sin comprar qué comer”
Cada día se vuelve más evidente, menos disimulada, esa dura realidad que aún algunos se resisten a reconocer o que prefieren ignorar para “no buscarse problemas”
No fue la peor, pero pasó en el peor momento: el Período Especial, llamado así por Castro
