En Cuba los mariscos son exclusivos de la élite política o enriquecida. Ni siquiera la ínfima dieta mensual de pescado para enfermos se cumple.
La empresa Episur, de Camagüey, se dedica a la captura del cobo y tiene permiso para pescar tres toneladas de langosta, destinadas a la exportación y el turismo.
Se pretende aumentar la producción de este pez en la isla
Mientras muchas personas sobreviven a través de esta práctica, el Estado cubano se encarga de ponerle trabas mediante normas confusas. La libre interpretación de las mismas marca el rigor de la ley para estos casos.
En Cuba los mariscos son exclusivos de la élite política o enriquecida. Ni siquiera la ínfima dieta mensual de pescado para enfermos se cumple.
La empresa Episur, de Camagüey, se dedica a la captura del cobo y tiene permiso para pescar tres toneladas de langosta, destinadas a la exportación y el turismo.
Se pretende aumentar la producción de este pez en la isla
Mientras muchas personas sobreviven a través de esta práctica, el Estado cubano se encarga de ponerle trabas mediante normas confusas. La libre interpretación de las mismas marca el rigor de la ley para estos casos.
