
Cuba: rosario de penas
El país se ha convertido en una sarta de lamentos, ácidos porque ni azúcar tenemos para endulzar una tarde o una noche de tristezas, sin electricidad, a oscuras.
El país se ha convertido en una sarta de lamentos, ácidos porque ni azúcar tenemos para endulzar una tarde o una noche de tristezas, sin electricidad, a oscuras.
El discurso oficialista ha hecho eco en sus seguidores de otros países, que creen ciegamente en el discurso gubernamental.
El país se ha convertido en una sarta de lamentos, ácidos porque ni azúcar tenemos para endulzar una tarde o una noche de tristezas, sin electricidad, a oscuras.
El discurso oficialista ha hecho eco en sus seguidores de otros países, que creen ciegamente en el discurso gubernamental.