Cubalex recibió información urgente que confirma que el preso político Eider Frómeta Allen se encuentra en grave riesgo dentro de la prisión de Boniato, en Santiago de Cuba. La noche de ayer, dos internos de otro destacamento entraron a su celda con intención de agredirlo. El recuento nocturno interrumpió el hecho y el guardia de turno retiró a los agresores.
Aumento de la tensión y restricciones arbitrarias
Eider ha reportado un incremento de la tensión dentro del destacamento. Hoy, funcionarios penitenciarios intentaron impedirle realizar la llamada telefónica que le corresponde, una acción que agrava su aislamiento y su vulnerabilidad frente a nuevas agresiones. El propio Eider teme que vuelvan a intentar atacarlo y responsabiliza a las autoridades penitenciarias por su seguridad.
Hostigamiento persistente desde la jefatura del penal
Este incidente se produce en un contexto de hostigamiento sostenido. Según denuncias previas documentadas por Cubalex, el jefe de Orden Interior del penal, mayor Humberto Garcés Tassé, mantiene un patrón de amenazas y represalias contra Eider. Le ha dicho que “se va a acordar de él para toda la vida” y que “no saldrá nunca” de prisión, aludiendo a la posibilidad de fabricarle nuevas causas para mantenerlo encarcelado.
Un patrón sistemático de violencia contra presos políticos
Los hechos denunciados coinciden con un patrón que Cubalex ha documentado de forma sistemática: el uso de reclusos comunes por parte de autoridades penitenciarias para amenazar o agredir a personas privadas de libertad por motivos políticos. Esta práctica busca castigar a quienes denuncian violaciones de derechos humanos o mantienen una postura crítica dentro de prisión, mientras permite a los funcionarios evadir responsabilidad directa. Esta dinámica incrementa de forma grave el riesgo para la integridad física y psicológica de las personas presas por razones políticas.
Exigencia de protección inmediata
La vida de Eider Frómeta Allen está en peligro. Cubalex exige medidas inmediatas para garantizar su seguridad, el cese de las represalias y la investigación independiente de los hechos. La responsabilidad por su integridad recae directamente en las autoridades penitenciarias y en el Estado cubano.