Foto: Mike Hammer se reúne con familiares de presos políticos en Holguín. Fuente: Mailín Sánchez/Facebook.
Cubalex alerta sobre una nueva ola represiva en Cuba, dirigida a impedir que integrantes de la sociedad civil independiente se reúnan con Mike Hammer, Encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en La Habana.
Tras sus intercambios con activistas, opositores pacíficos y familiares de personas privadas de libertad por motivos políticos, hemos documentado un patrón de hostigamiento que incluye citaciones, amenazas, detenciones arbitrarias e incomunicación. Estas acciones buscan intimidar a quienes denuncian los abusos del régimen y obstaculizar el contacto directo con actores internacionales.
El 16 de mayo, el activista Juan Luis Bravo Rodríguez fue citado por la Seguridad del Estado en Guantánamo. Durante el interrogatorio, los agentes le preguntaron si planeaba reunirse con el diplomático estadounidense. La citación, como denunciamos, evidencia una forma clara de vigilancia e intimidación.
Dos días después, el 18 de mayo, en Holguín, agentes policiales detuvieron violentamente a Idelsys Pupo Labrada, madre del preso político del 11J William Leyva Pupo, y la obligaron a subir a una patrulla para impedirle asistir al encuentro con Mike Hammer.
De acuerdo con la denuncia de Mailin Sánchez, esposa del preso político Yosvany García Caso —quien sí logró reunirse con el diplomático estadounidense—, la detención de Pupo Labrada tuvo como único propósito obstaculizar su participación en la reunión.
El 19 de mayo, en Puerto Padre (Las Tunas), se desplegó un operativo policial frente a la vivienda del activista Vladimir Martín Castellanos. Tanto él como su esposa fueron detenidos e incomunicados para impedirles reunirse con el diplomático. En esa misma localidad, el ex preso político Ezequiel Morales Carmenate reportó vigilancia constante frente a su vivienda.
Días antes, el 29 de abril, el activista Librado Linares fue detenido mientras se dirigía a Santa Clara para participar en una reunión con Hammer. Fue trasladado a una unidad de la Seguridad del Estado y posteriormente quedó bajo vigilancia domiciliaria.
Estos hechos reflejan una estrategia deliberada del régimen cubano para bloquear el acceso de actores internacionales a los testimonios clave de víctimas de violaciones de derechos humanos. Forma parte de un patrón sistemático de represión que busca aislar a la sociedad civil, dificultar la supervisión independiente y mantener en la sombra los mecanismos estatales de persecución y control.
Desde su llegada a La Habana en noviembre de 2024, Mike Hammer ha desarrollado una agenda activa de reuniones con diversos sectores de la sociedad civil cubana. Estos encuentros incluyen a activistas, opositores, familiares de presos políticos, líderes religiosos y periodistas independientes. El objetivo principal es escuchar sus experiencias, documentar la situación en el terreno y reafirmar el compromiso de Estados Unidos con la defensa de los derechos humanos y la democracia en Cuba.
Pese a las críticas del régimen, que lo acusa de injerencia en asuntos internos, Hammer ha reiterado su intención de continuar estos encuentros y de seguir respaldando a quienes trabajan por un futuro más libre y democrático para Cuba.