Preso político Ángel Castro Carrera. Foto: José Díaz Silva/Facebook.

El preso político Ángel Castro Carrera, delegado del Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR), enfrenta amenazas y represalias por denunciar las violaciones de derechos humanos dentro de prisión. Su caso refleja el patrón sistemático de represión que aplica el régimen cubano contra quienes denuncian abusos en el sistema penitenciario. 

Represalias por denunciar las condiciones en prisión

Ángel Castro Carrera estaba recluido en el campamento Zona O del Combinado del Este, bajo un régimen de mínima severidad. El 6 de marzo, las autoridades le concedieron un pase de tres días, pero al regresar el 10 de marzo, fue revocado arbitrariamente y lo trasladaron a la prisión de máxima seguridad del Combinado del Este.

La única justificación que recibió por esta medida represiva fue que había realizado publicaciones y denuncias sobre las torturas, abusos y negligencia médica en las cárceles cubanas.

El 11 de marzo, su esposa acudió a la prisión en busca de respuestas y le informaron que será nuevamente encausado por sus denuncias. El jefe del orden interior, conocido como “Yulien”, y el jefe del campamento, “Javier”, han sido identificados como responsables directos de esta represalia.

El castigo y el aislamiento contra Ángel Castro Carrera no es un hecho aislado. Forma parte de la estrategia del régimen cubano para silenciar las denuncias sobre las condiciones inhumanas en prisión, impidiendo que los abusos salgan a la luz.

Ángel Castro Carrera fue encarcelado en 2021 y actualmente cumple una sanción de 6 años de prisión por el delito de “sabotaje”, un cargo frecuentemente utilizado por el régimen para criminalizar la oposición política y justificar su represión contra los disidentes.

El régimen cubano debe rendir cuentas por el trato inhumano que reciben los presos políticos y el uso de la prisión como herramienta de represión y control político.