Ilsa Ramos, esposa del preso político Yasmany González Valdés, ha denunciado un nuevo acto de arbitrariedad en el sistema penitenciario cubano. La visita familiar programada para el 10 de enero ha sido pospuesta sin justificación hasta el día 20, lo que agrava la crítica situación que enfrentan los reclusos en el Combinado del Este.

En una transmisión en Facebook, Ramos expuso las precarias condiciones en el penal, donde los reclusos no reciben una alimentación adecuada y, en muchas ocasiones, se ven obligados a consumir alimentos en mal estado.
Además, denunció que su esposo lleva 1 año y 8 meses detenido sin acceso a un régimen menos severo, un derecho que le ha sido negado arbitrariamente por la Seguridad del Estado.
Retrasar las visitas no solo aumenta el sufrimiento de las personas privadas de libertad, sino también de sus familias, quienes enfrentan innumerables obstáculos para visitarlos y llevarles artículos de primera necesidad que no les proporciona el sistema penitenciario.
La Seguridad del Estado utiliza el encarcelamiento como herramienta de castigo, sometiendo a Yasmany González Valdés y a otros presos políticos a condiciones inhumanas, negándoles derechos básicos y manteniéndolos en un estado de abandono.