El preso político Eider Frómeta Allen ha expuesto la alarmante situación que se vive en la prisión de Boniato, en Santiago de Cuba. Los prolongados cortes de energía eléctrica agravan las ya precarias condiciones de vida dentro del penal.

Durante la noche, el suministro eléctrico es interrumpido y el sistema de generación de energía no opera, lo que ha derivado en un aumento de incidentes de violencia. Este panorama expone a los reclusos a mayores riesgos, mientras las autoridades refuerzan la seguridad con guardias en las postas militares hasta las primeras horas de la mañana, cuando se restablece el suministro eléctrico.

Frómeta Allen ha manifestado su preocupación por la posibilidad de que las autoridades utilicen esta situación para incautar sus pertenencias o generar enfrentamientos, en un contexto marcado por el incremento de la violencia.

El ambiente dentro del penal se ha tensado aún más tras el fallecimiento del preso político Manuel de Jesús Guillén Esplugas, quien murió tras recibir una golpiza en el Combinado del Este, en La Habana. Las autoridades han advertido a los reclusos contra alteraciones del orden, argumentando que Guillén Esplugas “no fue asesinado en prisión, sino que murió por otra causa”.

La crisis en las cárceles cubanas sigue profundizándose. Deficiente alimentación, acceso limitado a agua potable, cortes de electricidad, hacinamiento extremo y negación de derechos básicos reflejan un trato inhumano hacia las personas privadas de libertad. Esto se suma a la violencia ejercida por agentes penitenciarios y las represalias contra quienes denuncian estas condiciones, aumentando la vulnerabilidad de los reclusos.

Desde Cubalex, continuamos monitoreando y denunciando la precariedad, la violencia y la represión en las cárceles de Cuba.