Foto: Tomada de Cubanet.
Juan Enrique Pérez Sánchez, preso político del 11 de julio, se encuentra en huelga de hambre en una celda de castigo en la prisión Melena 2, en Melena del Sur. Su protesta es en respuesta a la decisión arbitraria de las autoridades de privarlo de medicamentos esenciales para su salud.
Según denunció su esposa, Dayana Aranda, las autoridades del centro penitenciario le retiraron los medicamentos necesarios para controlar su presión arterial y el asma. Esta situación fue compartida por Dayana en su perfil de Facebook.
En respuesta a esta acción represiva, Pérez Sánchez se cosió la boca y, a pesar de llevar varios días sufriendo de asma, fue trasladado a una celda de castigo. La información fue confirmada por su esposa a medios locales.
A principios de este año, Pérez Sánchez ya había realizado una huelga de hambre en protesta porque los guardias le quitaron sus pertenencias, incluidos medicamentos esenciales, como represalia por defender a otro recluso de una golpiza. En esa ocasión, fue trasladado a un área de aislamiento conocida como “El Hueco” y amenazado con ser procesado por una nueva causa, una táctica comúnmente utilizada para intimidar a los prisioneros políticos.
Condenado a 8 años de prisión por su participación en las protestas del 11 de julio en el poblado de Vegas, municipio de Nueva Paz, Mayabeque, Pérez Sánchez ha sido víctima de amenazas, agresiones y acoso debido a sus convicciones políticas.
La privación arbitraria de medicamentos constituye una violación directa de las Reglas Mandela y pone en riesgo la salud y la vida de los reclusos, vulnerando principios fundamentales de los derechos humanos.