Berta Soler Fernández, líder de las Damas de Blanco, se encuentra en paradero desconocido desde el domingo 22 de septiembre, tras ser detenida de manera arbitraria por agentes vestidas de civil al salir de la sede de la organización en La Habana.

Su esposo, el ex preso político Ángel Moya, se comunicó con la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) para preguntar por su paradero, pero le informaron que Soler no aparece en ningún registro de personas detenidas, lo que confirma su desaparición forzada.

Durante una detención anterior, el 15 de septiembre, un agente de la Seguridad del Estado conocido como “Felo” le propuso tramitar su pasaporte para visitar a su familia en Estados Unidos, con la condición de que abandonara su activismo. Soler se negó, afirmando que no aceptaría presiones relacionadas con su libertad migratoria. Como respuesta, el agente la amenazó con encarcelarla “sin regreso” si continuaba manifestándose los domingos por la liberación de los presos políticos.

En lo que va de 2024, se han registrado 194 detenciones arbitrarias de 29 miembros de las Damas de Blanco, una cifra que representa un subregistro basado en reportes de redes sociales. Estas detenciones son acompañadas de torturas, como mantener a las activistas encerradas durante horas bajo el sol dentro de patrullas policiales, afectando especialmente a las mujeres de la tercera edad.

Además de las detenciones, las violaciones a los derechos de las Damas de Blanco incluyen operativos de vigilancia, arrestos domiciliarios arbitrarios, cortes de internet y acoso constante a sus familiares, junto con amenazas de prisión.