El periodista y ex preso político Lázaro Yuri Valle Roca arribó a Estados Unidos el 5 de junio en compañía de su esposa, Eralidis Frómeta, tras cumplir casi tres años de privación de libertad por una condena de cinco años de cárcel por los supuestos delitos de “propaganda enemiga y resistencia”.
Al llegar al aeropuerto internacional de Miami, Valle Roca informó en declaraciones a la prensa que dos días antes lo habían trasladado desde el Combinado del Este a la sala de penados del hospital nacional, en La Habana, donde lo mantuvieron encerrado bajo estrictas medidas de seguridad.
El activista dijo que hoy, a las 4:00 de la mañana, fue llevado directamente al aeropuerto internacional José Martí en medio de un fuerte operativo policial. La Seguridad del Estado lo amenazó con la muerte si regresaba a Cuba y le advirtió que debía “irse o morir en prisión”.
Su esposa, Eralidis Frómeta, reveló que desde que Valle Roca fue encarcelado, la Seguridad del Estado los ha presionado con la alternativa del exilio forzado como una manera de evitar la cárcel, pero él se negó y por eso enfrentó las difíciles condiciones de la vida en prisión. También mencionó que las autoridades la amenazaron con otros 5 años “cargando jabas”, si no aceptaban la opción de salir del país. Además, señaló que, durante estos años en prisión, la salud de Valle Roca se ha deteriorado sin recibir el tratamiento adecuado para las enfermedades que padece.
El estado físico y mental de Valle Roca se ha visto afectado debido al confinamiento en prisión y a una serie de condiciones graves que padece: un tumor que le afecta la visión, un cálculo biliar, esclerosis en la vena aorta, alergia, una desviación en el tabique nasal debido a las golpizas que ha recibido en el penal, fallo renal y una bronconeumonía crónica. A pesar de su estado de salud, las autoridades penitenciarias han rechazado repetidamente brindarle la asistencia médica necesaria y la oportunidad de ser tratado por especialistas.
Además, ha sido objeto de acoso sistemático, amenazas y agresiones mientras estuvo en prisión. El 3 de octubre de 2023, Valle Roca fue brutalmente agredido por el teniente coronel “Airen”, segundo al mando de la prisión. Este ataque físico exacerbó su condición de salud, provocándole fiebre, dolor generalizado y diarrea, sin que se le brindara la atención médica requerida.
En varias ocasiones se solicitó la licencia extrapenal para el activista, pero siempre fue denegada, incluso sin notificación escrita y sin argumentos legales. Durante una revisión médica, se descubrió que su historial médico estaba completamente vacío, lo cual indica una grave negligencia.
Hasta el momento, las autoridades no han proporcionado ninguna información sobre la excarcelación de Valle Roca, lo que evidencia la falta de transparencia respecto al cumplimiento de sus obligaciones internacionales.
La falta de transparencia impide conocer las circunstancias precisas de su liberación. Si el tribunal provincial no emitió una resolución de acuerdo con la Ley 152-2022 de Ejecución Penal para conceder el beneficio de excarcelación anticipada, es una decisión arbitraria que viola la legalidad.
La excarcelación ilegal y la expatriación forzada podrían ser estrategias para evitar la responsabilidad de una muerte en custodia del Estado. Estos actos podrían ser constitutivos de delitos como ejecución indebida de sanciones o de medidas de seguridad.
Es una práctica habitual del Estado cubano deshacerse de personas que cuentan con mayor visibilidad internacional y que son consideradas incómodas para el grupo político en el poder, con el objetivo de sostener el control social.