Page 8 - Cimbra398

Basic HTML Version

pág 8
/ mayo-agosto 2012
En Portada
/
Donosti Express
Cimbra
Siempre me llamo la atención
que llevaran un buzo de mecáni-
co, como uniforme pero no llevaran
debajo camiseta ni calcetines. Ah,
y los zapatos eran negros, como de
fiesta. Eran unos trenes excelentes,
pero vayamos a la tecnología.
Se pasó el vapor, retiraron a
aquellos fogoneros y cambiaron
a Isabelita por una maquina ver-
de que era “diésel” según dijo –tan
pronto como la maquina entro por
primera vez en la estación con su
guirnalda de laurel colgando–, “Pa-
blopalabras”, hombre muy instruido
y cuyo“ezizen” (mote o más exacta-
mente “no nombre” en Vascuence)
en Euskera era “Lar jakin”, algo así
como“sabelotodo”.
Ya teníamos maquina diésel,
pero los vagones seguían siendo
tres y de madera.
Es verdad que algún día de fies-
ta de verano se juntaron hasta ocho
vagones y dos maquinas; la segunda
parecía igual pero era más azulada.
Según Pablo, que paseaba con otros
hombres, con Aita (y conmigo) se
les había ido la mano en el amarillo
al hacer la mezcla.
Tan solo algunos años después
de la llegada de la maquina verde,
comenzaron a aparecer como a es-
condidas o de madrugada o por la
noche, en las horas bajas, dos uni-
dades iguales que ya había predicho
Pablo que llegarían y se llamarían
“automotores”. Tenían ceniceros de
aluminio, pero olían como a plástico
que quienes habían viajado en Talgo
decían que era
“eskay”.
No nos gustaron a nadie. (Fotos
2 y 3).
Al comienzo de los años ochen-
ta, la preciosa vía serpenteante se
cuajo de postes de acero despropor-
cionados y juntísimos y de poleas,
pesos y tensores y en menos de una
semana colgaron a todo lo largo un
cable de cobre. Había llegado el tren
eléctrico.
Sin tiempo para la despedida
se fueron para siempre el auto-
motor, los tres vagones y la verde.
Y llego un tren azul (“azul eléc-
trico”, concretamente, una forma
de llamar a ese color antes de que
los cursis “Pantoné XXX” lo inva-
dieran todo); tres unidades que ya
nunca se desengancharían y que
harían cientos, miles de viajes en
ese “convoy” indeleble de los tres
vagones (algunas fiestas, incluso
cuatro), hubiera seis o quinientos
viajeros. (Foto 4.)
Hay que comprender que Isa-
belita era mucho tren, pero los que
fueron viniendo no le llegaban ni a
la paila del fogón. A cual más han
sido unos trenes sosos.
Ahora viene el análisis
La línea de Bermeo, como las de
Elorrio, Urola o el mismo “Topo” a
Hendaya, eran ramales de la línea
que se consagró como vertebradora
de los territorios costeros, la línea
entre Bilbao y Donostia o mejor,
entre Atxuri y Amara.Infraestruc-
Foto 4.
El tren eléctrico era limpio pero ya no parecía un tren; eso de no tener cabeza, de no tener que hacer “maniobra” era
una gran pérdida de referencia.
A comienzo
de los años
ochenta
llegaron
los trenes
eléctricos:
llegó el
tren azul
eléctrico, y
se fue para
siempre el
automotor,
los tres
vagones y
la máquina
verde