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Cimbra
mayo-agosto 2012 /
pág 7
hogar. A nadie se le ocurría pensar
que alguna fuerza extraña o algún
país enemigo pudiera hacer parar
aquellos trenes que maquinista y fo-
gonero parecían conocer al dedillo.
Sucediera lo que sucediera, aquellos
hombres con la cara negra y una
gran aceitera en la mano, acababan
haciendo andar a la locomotora.
Un poco de historia
Yo viví como un drama la llega-
da del tren a Bermeo.
“Aita”
(padre
en Vascuence) tenía un tallercito“en
dominio público” y la obra del tren
le obligó a“recortarlo”. Las lágrimas
de
“Ama”
contrastaban con la alegría
general del pueblo y caseríos por el
tren que vendrí
a.
Franco inauguró la estación con
una máquina que no echaba humo,
pero desde esa misma tarde, desde
el segundo tren se instauró el vapor
que modificaría el paisaje y el rui-
do de fondo bermeano durante casi
una década.
Isabelita, que así se llamaba la
locomotora que atendió la línea de
Bermeo hasta 1961, era una máqui-
na ligera y esbelta (Foto 1) que a mí
me daba mucho miedo por aquello
de“el estado esferoidal”que
Aita
me
contó (
“es posible que estalle la calde-
ra si el maquinista distraído le mete
agua fría”
). Nunca dejé de observar
de reojo a maquinista y fogonero
por si había que correr.
Isabelita quedo un día de fiesta
de los años cincuenta, con las bie-
las en tal posición, que por más que
bufaba el vapor adelante y atrás, la
locomotora su tándem y los tres va-
gones de madera no se movían un
milímetro:
“Punto muerto”
dijeron
que era...
Saltaron maquinista y ayudante
–como si siguieran la orden de un
coronel– los dos a la vez, cada uno
por un lado y se fueron directos a la
biela atravesada: Se subieron a pul-
so sobre ella agarrándose al tubo del
vapor y como en un ejercicio de cir-
co saltaron sincronizados sobre ella
e Isabelita comenzó a andar: fsssssh,
fassssh, fssssh, fassssh y los dos
hombres, ahora por el mismo lado
volvieron a subir a la cabina con una
ligereza terrible... Hicieron sonar el
silbo (creo que era obligado) y el
viaje siguió como si nada.
Foto 1.
Isabelita era el nombre genérico para un modelo de locomotora ligera con dos ejes motrices, apta para radios muy
cortos. En la imagen, “Zugastieta”, una de las Isabelitas.
Fotos 2 y 3.
La verde restaurada y el automotor MAN en “blanco y
negro” (o sepia) que es como eran las fotos “de verdad”.
La Isabelita,
como así se
llamaba la
locomotora que
atendió la línea
Bermeohasta
1961, dio paso
aunamáquina
verde demotor
diesel