mayo-agosto 2012 /
pág 51
Cimbra
DEFINICIONES Y OBJETIVOS
El Coaching no es una terapia, es
una disciplina catalizadora del poten-
cial de los seres humanos, el resultado
de interrelaciones espontáneas y evo-
lutivas que, a lo largo del pensamien-
to humano, se han ido desarrollando.
Nuestro potencial como seres humanos
es común a toda la especie y su desa-
rrollo a veces está atrofiado, nunca per-
dido. Al nacer, todos traemos un“pan”
debajo del brazo, cuyos ingredientes
son la creatividad y la espontaneidad.
A veces, algunos dejan que su entorno,
representado por la cultura y enmarca-
do en la sociedad, limite su desarrollo.
¿Para qué queremos espontaneidad y
creatividad? La espontaneidad es la res-
puesta adecuada a una situación nueva,
pero también es dar una nueva res-
puesta a una situación antigua.Y sin es-
pontaneidad, no hay creatividad. Todos
aspiramos a liberar esa espontaneidad,
aunque somos conscientes del hándi-
cap que supone nuestra incompletud,
nuestra vulnerabilidad y nuestra incer-
tidumbre, que nos impelen en sentido
inverso a resguardarnos en la aparente
seguridad de la inmovilidad, del confort
de la rutina, del NO cambio.
CURIOSIDAD
Si nos aferramos al confort rutina-
rio, obstaculizamos nuestro desarrollo
personal, porque estamos gastando to-
das nuestras energías en defendernos
del mundo, en lugar de emplearlas en
avanzar. Mientras tanto, creemos que
así nos evitamos el sufrimiento del
aprender. Y es que para aprender de-
bemos realizar el esfuerzo de expandir
nuestra capacidad de acción efectiva.
Al no asumir el riesgo, confundimos un
sueño (que nos toque la lotería sin ju-
gar), con una visión (invertir un dinero
en billetes del próximo sorteo).
El objetivo es volver a iluminar
nuestra mirada con nuevas ilusiones,
sin importarnos correr un cierto riesgo
para llegar a la meta, con el combus-
tible del conocimiento y la pasiónY el
coach, nos acompaña.
¿QUÉ HAY DETRÁS DE ESTO?
Los seres humanos somos seres lin-
güísticos, emocionales, corporales y de
acción. El Coaching articula cuatro dis-
ciplinas: lingüística, biología, filosofía y
psicología y utiliza cuatro herramientas:
el pensamiento sistémico (todo está re-
lacionado), la inteligencia emocional (las
emociones generan estados de ánimo y
éstos conductas), corporalidad (el cuer-
po no puede mentir, expresa lo que pasa
en la mente) y los juegos de rol (en lugar
de evocar una experiencia mentalmente,
se actúa, se escenifica ante el público).
Así se puede operar en tres dominios:
el del lenguaje (que es quien genera
la realidad), el corporal (que es quien
la manifiesta) y el emocional (que es
quien la transforma). Así se consigue el
objetivo buscado en el proceso. Asumir
responsabilidades, dejando de ser vícti-
mas, modificar el punto de observación,
transformando al observador y diseñar e
implementar las nuevas acciones a llevar
a cabo para llegar a la meta fijada.
Así pues el proceso cubre la grieta
abierta entre las intenciones y los resul-
tados, iluminando sus oscuras profun-
didades indagando en la raíz de todos
los miedos que impiden atravesarla o
cerrarla, buscando cómo asumir respon-
sabilidades ante las circunstancias exis-
tentes y explorando alternativas. Al ge-
nerarse nuevas respuestas, se modifica
el punto de observación del problema,
que se convierte en un reto asumible si
se corre un riesgo asumido responsable-
mente y el observador se transforma.
El Coaching
no es una
terapia, es
una disciplina
catalizadora del
potencial de los
seres humanos
Salir de la caja de confort es arriesgarse: ansiedad, incomodidad... CURIOSIDAD