El mes de agosto estuvo marcado por un aumento de la violencia y un mayor deterioro de las condiciones de vida en Cuba. La inseguridad se manifestó en asesinatos, feminicidios, asaltos y otras expresiones de violencia que las autoridades no atienden, pues concentran sus recursos en reprimir el disenso. A ello se suman muertes vinculadas al servicio militar obligatorio y a la negligencia del sistema de salud. La crisis económica sigue profundizándose: los precios de los alimentos son inaccesibles para la mayoría, el dólar volvió a dispararse en el mercado informal, el turismo continúa en caída y los apagones se agravaron tras la salida de la principal planta flotante de generación eléctrica. En paralelo, la propagación de enfermedades como el dengue, el chikungunya y la hepatitis en un entorno de insalubridad y colapso sanitario llevó a que gobiernos extranjeros emitieran alertas de viaje para sus ciudadanos en la Isla.
Mientras tanto, el régimen reforzó sus alianzas militares y de seguridad con países como Vietnam, China y Bielorrusia, mientras crecían en el ámbito internacional las denuncias contra las misiones médicas cubanas por prácticas de trabajo forzado.
Represión en cifras
En este contexto, Cubalex documentó 163 hechos represivos que implicaron 307 incidentes de hostigamiento en 41 categorías. Las provincias más afectadas fueron La Habana, Santiago de Cuba y Mayabeque. Al menos 125 personas (29 mujeres y 96 hombres) fueron víctimas de estas violaciones, entre ellas activistas, opositores, defensores de derechos humanos y ciudadanos sin afiliación a organizaciones de la sociedad civil.
Condiciones en prisiones
Más de la mitad de las violaciones ocurrieron en cárceles, donde persisten patrones de tratos crueles e inhumanos. La alimentación en mal estado, la negación de atención médica, las golpizas, las celdas de castigo y la muerte por desatención son prácticas habituales. En agosto se reportaron varias muertes en prisión, ya sea por negligencia médica o por actos desesperados de protesta como huelgas de hambre o autolesiones. La negación de beneficios penitenciarios y de tratamientos médicos continúa siendo usada como mecanismo de castigo.
Protestas y criminalización
Durante el mes se registraron 28 protestas públicas, expresadas en cacerolazos, cierres de calles, pintadas y manifestaciones espontáneas, todas reprimidas mediante detenciones, citaciones, cortes de internet y otras formas de hostigamiento. La justicia también se utilizó de manera selectiva para castigar a opositores, con casos de destierro forzado como el de la presa política Aymara Nieto, excarcelada a cambio de abandonar el país sin poder despedirse de su hija.
Te invitamos a leer el informe completo y a difundir sus hallazgos para visibilizar el verdadero alcance de la represión en Cuba.