Yoanky Báez Albornoz, condenado a 14 años de prisión por participar en las manifestaciones del 11 de julio de 2021, se encuentra recluido en el Combinado del Este, en La Habana. Allí enfrenta un acoso sistemático por parte de las autoridades penitenciarias.

En protesta por su injusta detención, Yoanky ha tomado medidas como rechazar los alimentos de la prisión y abstenerse de participar en los recuentos. Además, en octubre pasado, inició una huelga de hambre para denunciar los abusos que enfrenta.

Durante su encarcelamiento, ha sufrido agresiones físicas, acoso constante y restricciones en sus comunicaciones, como la negación de llamadas telefónicas. Uno de sus principales acosadores es el capitán Luis Arango Pestana, jefe del edificio 2 del penal, conocido por hostigar a presos políticos. Este patrón de abuso ha sido documentado anteriormente en otros casos, como el de Yasser Rivero Boni.

El hostigamiento hacia personas encarceladas por razones políticas es una práctica sistemática utilizada por la Seguridad del Estado cubano. Estas acciones buscan castigar y silenciar a quienes denuncian las condiciones inhumanas dentro de las prisiones del país.