El miércoles 2 de octubre, recibimos información sobre operativos de vigilancia y represión en Guantánamo, tras una protesta en el poblado azucarero Argeo Martínez, motivada por los prolongados apagones en la zona.
Juan Luis Bravo Rodríguez, miembro del Partido Unión por Cuba Libre (PUNCLI) y gestor del Proyecto Emilia, denunció que la Seguridad del Estado le interrumpió el acceso a internet y que su vivienda estaba bajo vigilancia.
El activista Miguel Ángel López Herrera también estuvo vigilado por la Seguridad del Estado y grupos paramilitares, y su vivienda fue atacada con piedras.
El periodista independiente Niober García Fournier fue igualmente sometido a vigilancia, con la presencia de un oficial conocido como “Víctor Víctor” y un integrante del Inder alrededor de su vivienda.
Estos actos represivos ocurrieron un día después de la protesta en Argeo Martínez, municipio Manuel Tames, como parte de la estrategia del régimen para intimidar a los activistas y evitar que estas manifestaciones ganen mayor fuerza.
El 1ro de octubre, tras 14 horas de apagón, los residentes de la localidad salieron a las calles durante varias horas, golpeando cazuelas y coreando consignas antigubernamentales, debido a la falta de medios para preparar alimentos.
Según información enviada a Cubalex, oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), la Seguridad del Estado y autoridades del gobierno provincial acudieron al lugar para intentar sofocar la protesta. Al día siguiente, vehículos con alimentos llegaron a la localidad. Hasta el momento, no se han reportado detenciones entre los manifestantes.