La salud del preso político del 11J, Carlos Manuel Pupo Rodríguez, coordinador nacional del Partido Unión por Cuba Libre (PUNCLI), está en estado crítico debido a la falta de atención médica adecuada en prisión. 

Sus niveles de azúcar están extremadamente bajos, lo que representa una emergencia médica. A pesar de su delicado estado, el 31 de agosto, Pupo fue trasladado del campamento donde estaba recluido a la prisión de Guanajay, en Artemisa. 

Un miembro de la dirección nacional del PUNCLI, que se comunicó con Cubalex, informó que Pupo llamó desde la prisión este domingo, pero hablaba de manera confusa y apenas se le entendía, debido a su crítica situación.  

Esto agrava la preocupación por su estado, pues continúa descompensado de la diabetes y hay un temor creciente de que pueda sufrir una isquemia debido a los bajos niveles de azúcar.

A sus 70 años, la salud de Pupo se deteriora cada vez más en prisión, donde no recibe los medicamentos esenciales para sus padecimientos. La falta de atención médica adecuada durante su encarcelamiento ha empeorado aún más su estado de salud. 

Actualización: Carlos Manuel Pupo Rodríguez, continúa en estado crítico tras haber sufrido una isquemia cerebral. A pesar de haber sido trasladado al hospital “Hermanos Ameijeiras” en La Habana, donde se confirmó que presenta parálisis en el lado derecho de su cuerpo, la Seguridad del Estado ha ordenado su regreso a la prisión en Artemisa. Esta decisión pone en mayor riesgo su salud, al privarlo del acceso necesario a cuidados médicos especializados. Cubalex sigue de cerca su situación para alertar sobre la extrema vulnerabilidad en la que se encuentra.

Nueva actualización: Según información recibida por Cubalex, Pupo Rodríguez presenta graves afectaciones en el lado derecho de su cuerpo, con falta de movilidad en el brazo y la pierna, y desviación en la boca debido a la severidad de una isquemia. Este jueves, la teniente coronel responsable de los servicios médicos en Artemisa lo visitó en el hospital para una primera evaluación, considerando la posibilidad de otorgarle una licencia extrapenal. Hoy se espera que un equipo médico lo examine nuevamente y repita el TAC para valorar el daño cerebral.

Ante el grave deterioro de su salud, se hace un llamado urgente para que le otorguen la licencia extrapenal de inmediato, antes de que su situación empeore aún más. Existen precedentes de reclusos que solo han recibido esta licencia cuando su condición era irreversible, evidenciando un patrón de negligencia preocupante. Esta práctica permite a las autoridades eludir su responsabilidad sobre las condiciones inhumanas en las cárceles y la falta de atención médica oportuna, lo que pone en riesgo la vida de los detenidos. Pupo fue encarcelado injustamente y su estado es consecuencia directa de las pésimas condiciones carcelarias, la mala alimentación, la falta de acceso a medicamentos y una atención médica deficiente, factores que han agravado su condición.