A Yonay Moreu Leal, prisionero político del 11J, las autoridades penitenciarias le niegan la posibilidad de acceder a un régimen de mínima severidad, a pesar de su buen comportamiento.

Según información enviada a Cubalex , Moreu Leal participa en cursos de estudio y no ha cometido ninguna indisciplina. Sin embargo, se niega a colaborar con la Seguridad del Estado y a participar en actividades políticas en el penal.

La negación de beneficios penitenciarios se utiliza como una forma de represión contra las personas privadas de libertad por motivos políticos. Las autoridades actúan de manera arbitraria y selectiva, manteniendo a los presos políticos bajo restricciones, incluso cuando cumplen con los requisitos.

 Esta práctica también constituye una forma de castigo. Hemos documentado de forma sistemática cómo a los presos políticos les niegan derechos y beneficios como represalia por denunciar el acoso de la Seguridad del Estado y las condiciones de vida en prisión.

 La falta de transparencia, la influencia política en la concesión de beneficios, la discrecionalidad y la interpretación selectiva de los criterios legales por parte de las autoridades violan los derechos fundamentales de las personas privadas de libertad en Cuba.