pág 54
/ mayo-agosto 2012
Artículos Técnicos
/
Coaching
Cimbra
Tender un puente al futuro es muy
útil a veces, porque estamos acostum-
brados a recibir de nuestras acciones
presentes un beneficio inmediato.
Sin embargo, conviene aprender que
algunos resultados llegan años des-
pués de haber sembrado. Nuestra
confortable vida de sofá y televisión
nos colma de pereza mental, porque
todo lo que recibimos es información
envasada y lista para su consumo con
fecha de caducidad. Pocos se cuestio-
nan las cosas, la mayoría las acepta
sin masticarlas ni digerirlas, sin re-
flexionar. Así nos acabamos oxidan-
do, al poner bastones en las ruedas
de nuestro desarrollo personal y so-
cial.
Por eso el aprendizaje y la creativi-
dad son las herramientas fundamen-
tales del coaching. Aprender para ha-
cer. Ser creativos para poder cumplir
con una de las tareas más importan-
tes de todos los seres humanos: di-
señar nuestra propia vida. Tenemos
la posibilidad de crear nuestro propio
destino, para no culpar a otros por lo
que dejamos de hacer o por lo que
hacemos, porque es posible apren-
der a crearnos y recrearnos a noso-
tros mismos en cualquier momento
de nuestra vida… nunca es tarde si
sabemos cómo hacerlo y lo queremos
hacer.
EFECTOS Y RESULTADOS: EL
SER Y EL HACER
El coaching persigue obtener resul-
tados extraordinarios, con efectividad y
bienestar.Y se centra en el ser humano,
no en el resultado o en el efecto. Lo vi-
sible (el efecto) es lo que se percibe y,
al mismo tiempo, oculta la importancia
de lo invisible (la causa o el contexto).
Por ello, desde siempre, las personas,
seducidas por el resultado, pierden de
vista la infraestructura y el proceso que
son la previa condición para obtenerlo.
La paradoja es que para conseguir
un resultado, hay que querer que se
produzca.Y para quererlo, es necesario
primero ser el tipo de persona capaz de
comportarse así. No hay, en definitiva,
ocupación más práctica y efectiva que
prepararse para ser la persona capaz de
comportarse de la manera requerida
para producir los resultados deseados.
Al concentrarse en el ser, la perso-
na se vuelve mucho más flexible para
modificar su hacer (y por ende su con-
seguir). Esta flexibilidad no es simple-
mente una buena idea; en un mundo
en permanente cambio es un requisito
vital para la supervivencia.
Nuestra vida cotidiana se caracteri-
za por la combinación de una incesante
entrada de información y una no menos
incesante salida de palabras, conceptos,
ideas y juicios, que conforman nuestra
realidad. Interiorizamos y exteriorizamos
a través del lenguaje hablado y corporal.
Si los observamos, descubriremos las de-
ficiencias que sabotean nuestros intentos
de tener éxito... por ello, el coaching se
basa en lenguaje, expresión corporal y
emociones para lograr sus resultados.
Hay dos etapas en el proceso:
– la de interpretación, en la que uno de
los objetivos del coach es captar la forma de
ser del coachee a través de una indagación
sostenida sobre sus experiencias, sus formas
de actuar y de reaccionar frente a diversos
acontecimientos, con el propósito de articu-
lar una progresiva construcción de una in-
terpretación (una narrativa) sobre la forma
de ser del coachee.
– y la de intervención, cuyo objetivo
varía. Al contar ya con una interpretación
sobre su forma de ser, el coach acompaña al
coachee a desplazarse hacia una forma de ser
diferente. Para que ello suceda, no basta con
que el coachee se limite a modificar sus inter-
pretaciones. Modificándolas, se verá induci-
do a modificar también su comportamiento,
su manera de actuar. Al actuar de manera
diferente, tanto él como los demás, cambia-
rán las interpretaciones sobre su ser. Habrá
devenido en una persona distinta.
n
Lo visible (el efecto) es lo que se percibe.
Tender unpuente
al futuro esmuy
útil a veces,
porque estamos
acostumbrados a
recibir denuestras
accionespresentes
unbeneficio
inmediato